No permitas que la fuerza del mal me esclavice



“El reino de Dios ha llegado a vosotros” (Lc 11, 20).
Toda la vida de Jesús revela 
que él actúa con el poder de Dios 
para hacer el bien a la humanidad. 
Confía siempre en Jesús 
porque él es el vencedor de toda fuerza de mal. 
Su reinado es de amor, de paz de justicia y de libertad. 

Atráeme hacia ti, Señor, 
no permitas que la fuerza del mal me aprisione 
y me esclavice

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