Mantén mi corazón despierto.



“Así será también en los días del Hijo del hombre” (Lc 17,26).
Los creyentes debemos continuar viviendo 
todas las exigencias de la conversión, 
aunque no parezca que la venida del Señor esté próxima. 
Ten cuidado de que tus preocupaciones cotidianas 
no sustituyan tu espera activa 
y personal del regreso de Jesús. 
Mantén mi corazón despierto. 

Que no se apague el candil de mi fe. 
Que mi puerta esté siempre abierta, 
y mis manos solidarias

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