Estar vigilantes



“Así será también en los días del Hijo del hombre” 
(Lc 17,26)

Jesús quiere motivamos a vivir cada día de manera consciente y responsable.
Los primeros cristianos pensaban en un retorno inminente de Cristo.
Nosotros lo vemos muy lejano.
Sin embargo; a todos se pide no caer en la rutina. 
Los ejemplos son de grupos que viven en la inconsciencia: nosotros, en cambio, debemos colaborar en el crecimiento del Reino en el mundo.

- Dios nuestro: que cada vez que rezamos el Padrenuestro vivamos más de acuerdo con tu Reino.

Los creyentes debemos continuar viviendo todas las exigencias de la conversión, aunque no parezca que la venida del señor esté próxima.
Ten cuidado de que tus preocupaciones cotidianas no sustituyan tu espera activa y personal del regreso de Jesús.  
Dios no hace ruido cuando viene.
Dios no grita cuando llama.
Dios no golpea la puerta cuando quiere entrar.
Por eso necesitamos estar siempre más atentos.
Y Dios nos habla:
A través de los demás.
A través de lo que acontece en los otros.
A través de lo que les sucede a otros.
De alguna manera, todos somos parlantes de Dios.
Los pecadores me hablan de Dios a través de su ausencia.
Los santos me hablan de Dios invitándonos a la santidad.
Hasta las flores de mi jardín me hablan de la belleza de Dios.
Hasta el canario que tengo aquí cerca me habla de la alegría de Dios.
Lo difícil es que nosotros sepamos reconocerle en todo eso.
Todo habla de Dios, para quien tiene oídos de Dios.
La gente se dio cuenta de la verdad de Dios cuando el diluvio se les echó encima.
Los habitantes de Sodoma se dieron cuenta cuando Dios mandó fuego y azufre.
Jesús nos pone de sobreaviso para que:
Aprendamos a escuchar a Dios a través de los otros, buenos o malos.
Aprendamos a ver a Dios a través de los otros.
Todos somos testigos de Dios.
Todos somos voces de Dios.
Todos somos rostros de Dios.

Mantén mi corazón despierto.
Que no se apague el candil de mi fe.
Que mi puerta esté siempre abierta, y mis manos solidarias. 

Tú nos llamas en medio de la vida,
nos llamas en cada circunstancia
nos invitas a construir el Arca, como a Noé,
ese espacio donde Tú vuelves a iniciarlo todo,
vuelves a rehacer la vida con nosotros.
Y nos cuesta creerte.

Vivimos superficialmente y deprisa,
sometidos por el egoísmo,
ese ladrón que nos roba la alegría
y nos deja sin ánimo para seguir adelante.
No distinguimos al ladrón
y para cuando nos damos cuenta
ya nos lo ha robado todo.

Tú nos hablas de estar atentos a la vida,
donde Tú te haces presente,
para mostrarnos el camino de la felicidad.

Tú estás en medio de la vida,
como Señor de la Historia,
y vienes en cada acontecimiento.
Ayúdanos a estar despiertos
para reconocerte y recibirte.

Enséñanos a orar,
a mantener nuestro espíritu firme en Ti,
que eres nuestra Roca firme,
que permaneces fiel
en medio de los avatares de la vida,
que nos salvas en toda situación que nos afecta.

Que nos encontremos contigo
en toda circunstancia y en todo momento
y sepamos disfrutar de tu presencia
y señalarla a cuantos no te encuentran.
Amén.

 

Hoy celebramos  hoy la memoria de San Martín, a quien Cristo eligió y envió, con la unción del Espíritu  Santo, para dar la Buena Noticia a los pobres y vendar los corazones desgarrados
Húngaro y soldado por herencia paterna; monje por la seducción de Hilario de Poitiers; obispo por la astucia de los cristianos de Tours, Martí (316-397) cubrió toda Francia con un manto de caridad.
Es famoso por su obra de misericordia de vestir al desnudo:
«Entonces partió en dos trozos el manto, dando la mitad al pobre, y se cubrió como pudo con el resto... La noche siguiente vio a Cristo vestido con la mitad del manto que había dado al pobre»

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