El paraíso, restaurado en María






“Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38).   

Jesús nació para todos en el sí de María.
¡Qué alegría!     

“Virgen y Madre María, tú que, movida por el Espíritu, acogiste al Verbo de la vida en la profundidad de tu humilde fe, totalmente entregada al Eterno, ayúdanos a decir nuestro « sí » ante la urgencia, más imperiosa que nunca, de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús” (EG 288).

Santa María, estrella de una mañana llena de Evangelio.
Ruega por nosotros.
Santa María: Tienda de encuentro de Dios con la humanidad.
Ruega por nosotros.
Santa María: Madre de Jesús.
Ruega por nosotros. 
Santa María: Narración nueva del amor de Dios.
Ruega por nosotros.  
Santa María: presencia del Espíritu.
Ruega por nosotros 
Santa María: Icono de la fe.
Ruega por nosotros.        


Aquí me tienes, Señor.
Me pongo en tus manos, como María.
En tu nombre,  iré a donde quieras,  porque Tú eres 
la esperanza que no defrauda.
Hazme testigo de tu fe,  para alumbrar  a quienes andan en tinieblas,
y animar a cuantos estén abatidos.
Hazme testigo de tu amor, para extender tu fraternidad
por todo el mundo.
Aquí me tienes, Señor, envíame.
Pon tu Palabra en mis labios,  tu agilidad en mis pies  y tu tarea en mis manos.
Pon tu Espíritu en mi espíritu,  tu amor en mi corazón, 
tu fuerza en mi debilidad  y tu arrojo en mi duda.
Aquí me tienes, Señor, envíame,  para llevar en tu nombre
el respeto a todos los seres, la justicia a todas las personas,
la paz a todos los pueblos.
Envíame, Señor, para llevar en tu nombre la alegría de vivir a los niños,
la ilusión  a cuantos anuncian tu nombre,
la alegría y la esperanza  a todos mis quehaceres.
AMÉN.

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