El amor de Dios engendra vida





“Mi padre sigue actuando y yo también actúo” 
(Jn 5,17) 
 
Jesús, en su actuación, muestra la experiencia del Padre que lleva grabada en las entrañas. Hace esta consoladora confidencia:
Ni Él ni el Padre se han alejado de este mundo.
El Espíritu Santo ama tu vida mucho más de lo que tú la amas.
Esto puede llevarte a una gran confianza.
Por muy mal que te vayan las cosas, el Espíritu nunca te abandona.  
Espíritu Santo, realiza en nuestro interior la obra de Jesús: que la voluntad del Padre se cumpla plenamente en nosotros.  
 
Cuando trabajamos y estamos activos podemos decidir obrar para el bien.
 Si nos dejamos llevar por los impulsos, antes o después nos sentimos incapaces de decidir. Jesús deja claro que el seguimiento no es puro seguir y dejar pasar el tiempo. 

Supone decisión y obrar como el Padre, en bien de la humanidad.
 
Cada acto de amor al prójimo es un servicio a la vida.

La muerte, aunque es parte de la vida, es un duro trance.
La esperanza en la resurrección te dará paz.
Confía

En la oración pide a Dios conocer Su voluntad



Señor, que actúe con clemencia y misericordia y sea lento a la ira.

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Señor, enséñame a orar"

Colaborar con el Señor

Gracias, Señor.