"Sígueme".





“Id y proclamad 
que el Reino de los Cielos está cerca” 
(Mt 10,7)
 

Jesús nos llama por nuestro nombre, nos conoce y sabe nuestras posibilidades.

Todos tenemos una misión que puede no coincidir con lo que nosotros hemos pensado que sería lo mejor para la iglesia o para el mundo.

Se nos llama a ser fieles a lo que el Señor espera de nosotros, a vivir y actuar como auténticos discípulos.

Somos enviados, no protagonistas de la misión.


"Sígueme".

Llena tu alforja de fe y deseos de compartir el Evangelio con quien te cruces por los caminos.

- Señor, que cuanto haga sea para tu servicio.


Jesús pide a los suyos que anuncien una buena noticia:

Dios está cerca, su amor ronda a cada ser humano.

Dios quiere la vida.

Anuncia a Dios, anuncia la salvación, anuncia la vida.

Tu cercanía a las personas necesitadas es una forma preciosa de anunciar a Dios. 


Gracias, Señor, por enviarme.

Lo haré todo en tu nombre.

Les diré a todos, de tu parte, que estás cerca.    



Como a los apóstoles, Señor,
me has llamado por mi nombre,
conoces mi historia mejor que yo mismo,
me amas más y mejor que nadie.
Y cuentas conmigo, con mi pobreza.
Gracias, Señor, por llamarme.

Como a los apóstoles, Señor,
me has llamado para estar contigo,
para gozar de tu amistad y tu perdón,
para aprender tus secretos,
para hacerme inmensamente feliz.
Gracias, Señor, amarme.

Como a los apóstoles, Señor,
me has llamado para continuar tu misión:
me has dado tu fuerza, tu Espíritu,
para curar a los enfermos y atormentados,
para animar a los que ya no tienen esperanza.
Gracias, Señor, por enviarme.


Comentarios

Entradas populares de este blog

"Señor, enséñame a orar"

Colaborar con el Señor

Gracias, Señor.