Que no se apague el candil de mi fe.



“Así será también en los días 
del Hijo del hombre” 
(Lc 17,26).

El cristiano es una persona que vive el instante.
En ningún momento podemos sentirnos dueños del tiempo.
El tiempo es de Dios y nuestra responsabilidad es usarlo de manera adecuada.
Hoy Jesús nos recuerda que las responsabilidades, las preocupaciones y los problemas no pueden hacernos perder de vista lo realmente importante: nuestra relación con Dios.
Es la mejor manera de estar preparados.
- Señor, que vea.

Los creyentes debemos continuar viviendo todas las exigencias de la conversión, aunque no parezca que la venida del Señor esté próxima.
Ten cuidado de que tus preocupaciones cotidianas no sustituyan tu espera activa y personal del regreso de Jesús.

Mantén mi corazón despierto. 
Que no se apague el candil de mi fe. 
Que mi puerta esté siempre abierta, y mis manos solidarias.  

Hoy celebramos a Santa Isabel de Hungría, religiosa (M)

Hija del rey de Hungría, Isabel (1207-1231) se casó a los catorce años con el duque Luis de Turingia, y tuvieron tres hijos.
Cuando enviudó, a los veinte años, se dedicó al servicio de los pobres y enfermos. En Marburgo, fundó un hospital para atenderlos mejor.
Vivió con intensidad la espiritualidad de Francisco de Asís:

 «En ella se han inspirado incluso personalidades políticas, que se han sentido impelidas a trabajar por la reconciliación entre los pueblos» (Benedicto XVI).

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